Sueños en lo profundo
Puede suceder que algunas personas, tras sueños profundos, se encuentren en lugares distantes y confusos. Esta fue la historia de un grupo de adolecentes, que luego de pasar por ciertos eventos que catalogaron como sin importancia, despertaron en los subsuelos de un lugar olvidado de Buenos Aires.
Raras historias se cuentan de las universidades del país. Profanaciones, muertes inexplicables, aparecidos, y otras tantas situaciones inexplicables. Entre todas ellas, la presente fue algo sin precedentes, ya que ha ocurrido no hace mucho, una noche de noviembre, pasadas las 10 de la noche. Durante la clase que cada uno de los implicados cursaba, un hecho los sacó de su atención.
Una sombra repentina en alguna ventana, algún pasillo, quizás algún rincón muy oscuro de la sala durante la teórica… algo los llama, no por su nombre sino como una mera presencia. Una figura, alta, esbelta, inmobil. Fue fugaz, un parpadeo.
Algo te sacó del trance. “Señorita, ¿Pretende salir con un título de aquí o solo viene a dormir?” o bien algo como “Querido, si vas a salir hazlo de una vez, hace 5 minutos que estás parado en la puerta”. Confusos continúan con sus rutinas para luego volver a sus casa y dormir o al menos intentarlo… caída la noche, se sienten abrumados por sueños y pesadillas, algo los saca de sus camas, de sus sueños.
Un sueño los agobia... dos figuras inmensas y negras cubren sus mentes repletas de oscuridad... luego, la luz intensa lo cubre todo... despiertan.
Se encuentran en un cuarto frío, pero luminoso. Algunos de ellos tienen sus pertenencias (celulares, llaves, billeteras) y la mayoría están vestidos como si se hubieran levantado rápido y agarrado la primer ropa que encontraron cerca (posiblemente lo que ya tenían puesto). No tienen ataduras ni han sido maniatados, pero hay sangre en alguna de sus ropas. El cuarto está sellado mediante una puerta estanca de hierro.
¿Que hacen allí? ¿Quienes son los otros? Nadie recuerda nada... ¿Qué hacen?
Así comenzó su partida... contarles como continuaron estos personajes no tendría sentido, los caminos de la locura nunca lo tienen... Fue una sesión para Cultos Innombrables, relacionada con la crónica Cultos de la Garúa, existente en la ciudad de Buenos Aires.